lunes, 22 de abril de 2013

No olvides Juan 3:16 y 1Juan 3:16


Todas las personas asistimos a una Iglesia en donde uno  podrá aprender a interesarte en los demás y
a conocer la experiencia de otros:
“Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento;
y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él”.
 Únicamente por medio del contacto regular con creyentes comunes e imperfectos podremos
aprender a tener comunión verdadera y experimentar la verdad del Nuevo
Testamento que afirma que estamos ligados y dependemos unos de otros.
La comunión bíblica consiste en estar tan comprometidos con los demás
como lo estamos con Jesucristo.
Dios espera que entreguemos nuestra vida unos por otros.
Muchos cristianos conocen el versículo de Juan 3:16 pero se olvidan de 1º Juan 3:16: “

En esto conocemos lo que es el amor; en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros
debemos entregar la vida por nuestros hermanos”.

Este es el tipo de sacrificio de amor que Dios espera que demostremos a los demás creyentes:
una disposición a amarlos del mismo modo que Dios nos amó.
A dar nuestro tiempo para salvar si ellos caen, tal como Jesus hizo por nosotros , esto tambien se refleja
en Santiago 5:19-20 Nueva Versión Internacional (NVI)
Hermanos míos, si alguno de ustedes se extravía de la verdad, y otro lo hace volver a ella, recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío, lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados.

De esto podemos reflexionar a cuantos haz sacado o ayudado a salir del pecado y a cuantos les has negado el perdon

Muchas veces por resentimientos personales impedimos a nuestro corazon actuar con sabiduria, aunque digamos que amamos a Dios no actuamos como debemos.
1 Juan 4:20 Nueva Versión Internacional (NVI)
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario