PAREJAS BENDECIDAS: Cómo explicar a los hijos la separación de sus padres

El número de divorcios y separaciones es cada vez mayor y, queramos o no, a quien más afecta es a los hijos. Por ello muchos padres se preguntan sobre la mejor forma de abordar este tema con sus hijos y qué pueden hacer para evitar que la separación les deje secuelas psicológicas.

1. ¿Cómo dar la noticia de la separación?

2. Evitar el victimismo

3. ¿Qué hacer cuando los hijos se sienten culpables?

4. Cómo favorecer el equilibrio emocional tras la separación

1. ¿Cómo dar la noticia de la separación?

Los padres deben evitar el victimismo y el desprecio hacia el otro progenitor.

La noticia de la separación la deben recibir los hijos a través de sus padres y no por terceras personas. Hay una serie de consejos que pueden ayudar pero siempre hay que tener en cuenta que van a influir factores como la edad, la madurez, personalidad, etc.:

1. La noticia de la separación la deben dar los padres conjuntamente y en caso de no ser posible, la darán por separado pero dando cada uno la misma versión.

2. Las explicaciones no tienen por qué estar llenas de detalles. Al principio es suficiente con una explicación sencilla sin entrar en detalles.

3. Explicar a los hijos que la decisión de separarse la han tomado los padres de forma conjunta. Es muy importante compartir la responsabilidad de informar a los hijos.

4. Cuando se hable con los hijos se debe hacer de forma tranquila, relajada, deben mostrarse respetuosos el uno con el otro.

5. No se les debe informar de todos los problemas de fondo que han llevado a la separación. Aunque las razones que se le den deben estar muy cercanas a la verdad, no se debe entrar en detalles o cuestiones que seguramente no van a beneficiar a los niños.

6. Dejarles bien claro a los hijos que ellos no han tenido nada que veren la separación. Insistir en que la decisión ha sido de los padres y ellos no tienen ninguna culpa.

7. Hay cierta información que es muy importante que les quede clara a los hijos:

a. Explicarles con quién van a vivir.

b. Quién de los dos progenitores se irá de casa.

8. En ningún caso mentir sobre la separación diciendo por ejemplo que su padre o madre está de viaje.

2. Evitar el victimismo

Aunque muchos padres lo niegan, la mayoría se hacen las victimas delante de los hijos, caen en la tentación de manifestar abiertamente a los hijos que la decisión de separarse ha sido del otro y realizan continuas manifestaciones de tristeza para que los hijos se compadezcan de uno y culpen al otro.

Otras veces, entran en detalles sobre los motivos de la separación como "yo no quiero separarme, es tu padre o madre quien me ha dejado por otro/a", "yo sigo queriendo a tu padre o madre pero él o ella no me quiere", etc.

Muchas actitudes victimistas están relacionadas con la situación de soledad en la que se queda uno de los padres y su discurso gira en torno a la situación de abandono por parte del progenitor y, por consiguiente, de soledad. Utilizan frases como "solo me quedáis vosotros", "vosotros me cuidaréis y yo os cuidaré a vosotros", "Yo os sacaré adelante", etc.

Es fundamental cuidar las conversaciones que se tienen con otros adultos cuando los hijos están delante ya que el victimismo no sólo se suele utilizar con los hijos sino también con familiares y amigos adultos. Al principio de la separación es muy frecuente dar explicaciones y buscar consuelo en otros adultos sin importar que los hijos estén delante y escuchen las descalificaciones hacia su otro progenitor.

Los padres utilizan el victimismo tanto para hacer daño a la ex pareja como para desahogarse y obtener la atención y todo el apoyo de los hijos. Estas estrategias, muy utilizadas durante una separación, lo único que hacen es crear graves conflictos psicológicos en los niños (ansiedad, inseguridad, depresión).

3. ¿Qué hacer cuando los hijos se sienten culpables?

En ocasiones, los hijos se culpabilizan de la separación, piensan que la separación la ha podido provocar su mala conducta, sus malas notas, etc. Esto se produce sobre todo cuando los hijos han presenciado que sus padres han discutido por causa de ellos y por consiguiente consideran que la decisión de separarse la han provocado ellos.

Esto les lleva a pensar que son los responsables de la ruptura y que si cambian ellos sus padres podrán reconciliarse.

Por ello es muy importante dejarles claro que ellos no han tenido nada que ver en la decisión tomada y que no pueden hacer nada para que cambien de decisión.

4. Cómo favorecer el equilibrio emocional tras la separación

- Pensar siempre en lo mejor para los hijos, sobre todo en situaciones conflictivas entre los padres. En estas situaciones es difícil controlarse y se da rienda suelta a los impulsos, cometiendo errores difíciles de subsanar. Por lo tanto, es muy importante que los hijos se mantengan al margen de estas situaciones. Los padres deben aprender a resolver los problemas entre ellos dejando al margen a los hijos.

- Es aconsejable que el progenitor que no conviva con los hijos esté presente tanto física como emocionalmente y permitir que los hijos vean a su padre o madre cuando estos lo requieran.

- Los padres deben tener el mismo estilo educativo, esto es difícil pero es fundamental para su equilibrio psicológico, además los niños deben tener confianza para hablar con uno de los padres del otro y no tener que medir las palabras por miedo o por evitar que se de lugar a comentarios descalificativos por parte de uno de los padres.

- De cara a los hijos los padres deben aparentar fortaleza, seguridad y confianza. En la medida en que los padres están fuertes y seguros, los hijos también lo estarán. En caso contrario, cuando un padre o madre está triste, los hijos tenderán a preocuparse e intentarán animarles, consolarles, etc. adoptando funciones que no les corresponden y por consiguiente afectando a su equilibrio emocional.

- Por último, es conveniente intentar que los hijos sigan manteniendo las relaciones que ya existían con los abuelos, primos, tíos y amigos de ambos progenitores.

Dª. Trinidad Aparicio Pérez

Psicóloga. Especialista en infancia y adolescencia.